El branding es la disciplina que se encarga del proceso de hacer y construir una marca a través de estrategias vinculadas al nombre, símbolo o logotipo que la identifican.
El branding es un término de uso frecuente en el ámbito comercial, sin embargo, muy pocas personas saben qué hace más de un siglo esta palabra también la utilizaban los ganaderos alemanes ya que \»brandeaban\» a sus animales con marcas que realizaban a través de hierros ardientes, para dejar en claro quién era el dueño del ganado.
Actualmente cuando hablamos de branding, nos referimos al proceso de construcción de una marca.
El branding busca que las marcas dejen una huella indeleble en la mente y corazones de sus consumidores. Por ello, una buena definición académica del branding sería: \»disciplina que se encarga del proceso de hacer y construir una marca a través de estrategias vinculadas al nombre, símbolo o logotipo que la identifican, influyendo en su valor, tanto para los clientes como para la empresa\».
En este artículo se conocerá más acerca de la importancia del branding en las empresas, y cómo esta disciplina logra dejar una huella en los consumidores.
Scott Bedbury, CEO de la consultora Brandstream lo define como: \»El Branding es tomar algo común para mejorarlo, de manera que busca hacerlo algo valioso y significativo\».
En un mundo tan globalizado donde el consumidor cuenta con tantos canales de información para su elección, se convierte en parte fundamental para las empresas generar un valor diferencial que se traduzca en marcas relevantes para su consumo. En un sector saturado de productos similares, el branding establece la verdadera diferencia.
Cuando estamos definiendo el branding de nuestro negocio, debemos tener claro quiénes somos, cómo nos ve nuestro público, cómo queremos que nos vea y tener en especial consideración, el a dónde queremos llegar como marca, ya que al hacernos este tipo de cuestionamientos, podemos saber qué tipo de estrategia debemos adoptar, teniendo claro, todos los puntos que podemos mejorar para llegar a la meta que nos planteamos como marca.
El objetivo prioritario del Branding es generar relaciones y vínculos emocionales a largo plazo con los consumidores, ya que los clientes estarán dispuestos a pagar una suma sustancial de los precios de una buena marca, y seguirán siendo fiel a ella en la medida en que les proporcione un valor real en términos funcionales y emocionales.
Kevin Roberts Fue el director ejecutivo de la agencia de publicidad Saatchi & Saatchi de 1-997 a 2014, él asegura que todas las marcas deben proponerse ser una lovemark, ya que ese es el camino para obtener mayores utilidades. Roberts indica que las marcas deben ser no solo irremplazables para los clientes, sino también irresistibles y deben lograr su lealtad más allá de la razón.
En resumen, el branding trabaja con el concepto de que una marca debe planificarse, estructurarse, gestionarse y promoverse. Su objetivo es garantizar que todos comprendan el posicionamiento de la compañía, aumenten su relevancia en el mercado, mejoren su visibilidad y hagan que la empresa tenga una buena reputación con su audiencia. Todo ello genera recompra y recomendación: claves para la riqueza de una marca.
Para el consumidor, una marca de valor simplifica sus decisiones, proporcionándole opciones claras y definidas para elegir, le genera confianza, y se convierte en muchos casos en un vehículo de auto expresión a través del cual el cliente demuestra cómo quiere ser visto frente a los demás.
Ya adentrados en el tema, entiéndase que el objetivo principal de una marca al recurrir a una buena estrategia y dirección de branding, es dar peso y mostrar todas las cualidades que tiene la marca en sí para que el cliente pueda conocer los valores y visión que la marca tiene y que le sirve para diferenciarse de otras. Esta identidad que se construye día a día hay que hacerla de una manera coherente con los valores que tenemos y que queremos resaltar como marca. Por ejemplo, de nada sirve proyectar una imagen pro ambientalista y no tener claro los procesos de los productos hasta llegar al punto de venta. Eso es un error de branding igual.
Como bien es sabido la identidad de la marca se puede demostrar de muchas maneras, desde el logotipo propio de la marca hasta su tipografía o los propios colores corporativos de la marca. De esta manera no se realiza ninguna estrategia de branding si no está bien pensada y desarrollada para la marca. En este sentido debemos ser conscientes de quiénes somos y cuáles son las acciones que más nos sitúan en la línea que hemos decidido seguir.
Es decir, pese a estar en el mismo escenario que una marca reconocida no debemos copiar las acciones que ésta marca tiene en su desarrollo, todo lo contrario, tendremos que elaborar las nuestras, en función a los objetivos realistas que planteamos. Así veremos que el ejercicio de construcción de la marca no sólo se reduce a grandes y conocidas marcas, sino que vale para todas, ya que al final lo que se intenta es diferenciarse de las demás marcas y poder estar presente en el horizonte de nuestro público.
Tu marca necesita tener una identidad fuerte y coherente que la ayude a comunicar, también, a potenciar y administrar cómo verá tu audiencia lo que estás construyendo. Por último, tu estrategia de branding debe garantizar que podrás promocionar tu marca para asegurarle más protagonismo a tu empresa y convertirla en líder del mercado.
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